Esta leyenda sirve para ejemplificar el peligro que se conlleva tener poder, pues no sólo se puede perder inmediatamente, también se puede perder incluso la vida.
“Para aquel que ve una espada desenvainada sobre su impía cabeza, los festines de Sicilia, con su refinamiento, no tendrán dulce sabor, y el canto de los pájaros, y los acordes de la cítara, no le devolverán el sueño, el dulce sueño que no desdeña las humildes viviendas de los campesinos ni una umbrosa ribera ni las enramadas de Tempe acariciada por los céfiros.”. Horacio, Odas III, 1
Técnica: Óleo
Soporte: Lienzo
Medidas: 162 x 98 cm
Fecha de realización: Septiembre de 2018